La persona no es un cerebro
09/09/2024
Autora: Andrea Moro
Con el surgimiento de la neuropsicología, aparece un furor en la población que cree que el conocimiento de cómo funciona el cerebro daría la clave para solucionar problemas psicológicos. El mote de “Ciencia” genera una sensación de alivio a las personas que no creen en la psicología. Lamentablemente, como el mercado nos tiene acostumbrados, se utilizan estos términos para engañar a quienes buscan ayuda con su sufrimiento.
He tenido el gusto de encontrar, por supuesto, en un formato engañoso, una conversación entre representantes del conductismo y la neuropsicología. El video tiene toda la edición típica de la época, como si fuera una película, con música de fondo de suspenso, una introducción con imágenes llenas de colores para despertar ligeramente la estimulación de dopamina y mantenerte bien atento. En la descripción del video, aparece la típica propaganda: “…OFRECEMOS SERVICIO DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA BASADO EN LA EVIDENCIA CIENTÍFICA”, “¿QUIERES FORMARTE EN PSICOLOGÍA CIENTÍFICA?”.
Cuando la conversación comienza a desarrollarse entre los dos profesionales invitados, ambos se ríen del título propuesto, diciendo que es una gran tontería plantear “Conductismo Vs Neuropsicología”. ¡Es que todo está hecho para ser vendido! Es claramente un título diseñado para atraer más “views”.
Durante la conversación, ambos profesionales aclaran una y otra vez al unísono: “la persona no es un cerebro”. El cerebro finalmente es una mínima parte en juego a la hora de trabajar con el sufrimiento humano. Según María Xesús Froxán: “Nunca se puede explicar la conducta partiendo del cerebro, aunque se conozca absolutamente su funcionamiento al detalle” (minuto 12:23). ¿Por qué? Porque el ser humano es un ser atravesado por una cultura, una sociedad y, además, se caracteriza por tener un cuerpo biológico. En relación con esta explicación, se alude al “emergentismo”, que se refiere a aquellas propiedades o procesos de un sistema que no son reducibles a las propiedades o procesos de sus partes constituyentes. Esto quiere decir que la totalidad es más que la suma de las partes, y por lo tanto no es reducible a esta sumatoria.
Cuando hablamos del sufrimiento de un ser humano, hablamos de una singularidad que jamás podrá ser clasificada de manera justa. La neuropsicología podrá localizar los trastornos del sistema nervioso y brindar, sin lugar a dudas, herramientas para mejorar su funcionamiento, pero jamás será la herramienta absoluta para abordar el sufrimiento humano. Las imágenes cerebrales no resolverán el trabajo emocional que una persona puede realizar en su proceso psicológico. Será una herramienta complementaria, junto con la psicología, el psicoanálisis, la medicina, la nutrición, entre otras disciplinas.
Por si te interesa ver el video al que hago referencia, te dejo el enlace aquí.